Llegados a este punto…

JON RIVAS

¿Es un pájaro?, ¿es un avión? No, es el VAR, y el árbitro, cual nuevo Superman, echa a volar hacia el punto de penalti, impulsado por las nuevas tecnologías, que le protegen de sus propios errores, pero acaban por aburrir al personal, y le tienen con el alma en vilo hasta que los sabios de Las Rozas emiten su veredicto. Ya ningún gol sube al marcador hasta que se ordena el saque de centro; ya ninguna acción en el área pasa desapercibida para el Gran Hermano del fútbol, y ahora los fueras de juego se dilucidan por milímetros, después de que complicados trazados de líneas que se pierden en el infinito, han sustituido al ojo de lince del linier, por mucho que, como sucedió en San Mamés frente al Rayo, uno de ellos sea un reputado cirujano plástico y esté acostumbrado a la precisión del bisturí que utiliza en el quirófano.

En fin, la tecnología del VAR ha llegado para quedarse, por mucho que algunos sigamos prefiriendo los errores groseros, de vez en cuando, antes que la fría disección de la realidad desde un despacho de Las Rozas. Por eso en los primeros meses hemos discutido algunas decisiones, fueran o no justas, como aquel gol anulado en Villarreal, o ya fuera del ámbito del Athletic, el gol de Luis Suárez que el árbitro no anuló porque las tomas que vieron en la pantalla no mostraban –hasta que aparecieron otras imágenes– si Suárez tocaba balón o guante, por mucho que el sentido común dictara que el delantero uruguayo estuvo a punto de arrancarle la cabeza al portero con su pie en alto, tocara o no la pelota, y eso siempre fue juego peligroso.

Así que viendo que el VAR seguirá su curso por mucho que rabiemos los inconformistas, y llegados a este punto… hablemos del Athletic, que por vez primera en el campeonato, se ha colocado en una situación óptima para entrar en Europa la temporada que viene, después de una campaña en barbecho. Por fin hasta el entrenador, Gaizka Garitano, habla del objetivo de conseguir una plaza en la competición continental. El Athletic ocupa el séptimo lugar que, a estas alturas, obligaría a jugar varias previas antes de la fase de grupos de la Europa League, pero echando la vista atrás, no sería un premio menor. El Athletic todavía tiene posibilidades de acceder, incluso, a plaza de Liga de Campeones, lo cual resulta insólito después de unos comienzos tan pobres.

Pasito a pasito, tras una recuperación espectacular, el equipo de Garitano ha pasado de los sótanos de la Liga, a los pisos altos. Tras escuchar durante meses las loas y alabanzas a equipos que ahora ocupan plaza por debajo del Athletic por una temporada magnífica, ahora es el tiempo de los rojiblancos, el momento de dar el paso adelante, de aprovechar todas las oportunidades, la primera en el Santiago Bernabéu, el próximo domingo. No será fácil, porque el Real Madrid no es un equipo cualquiera, ni dará facilidades de ningún tipo, pero si hay un buen momento para asaltar el coliseo del paseo de la Castellana, es éste, cuando el equipo de Zidane está pensando más en el año pasado que en el presente; en las bajas y altas que en la plantilla actual.

Al Athletic no se le ha dado bien el Bernabéu en los últimos tiempos, aunque el año pasado sacó un valioso empate. Con la misma ambición que en el último envite frente al Real Madrid  y un poco más de puntería, podría suceder. Sería el gran paso adelante. Y llegados a este punto…