ATHLETIC
Televisión y fútbol
JON RIVAS
Aunque las últimas noticias que han llegado de la Liga de Fútbol Profesional han sido buenas, porque los horarios que se han elegido ante el Eibar, el Real Madrid y el Sevilla eluden las dos de la tarde, el personal comienza a estar harto de los partidos que se juegan a esa hora tan indefinida para el fútbol, que no corresponden a una costumbre adquirida, sino a la servidumbre de lo que dispongan los operadores de televisión, que son los verdaderos dueños del negocio.
Aunque en los campos de fútbol se escucha de manera recurrente el cántico de «¡Tebas vete ya!», que no voy a censurar, porque el personaje se ha ganado a pulso la animadversión de la gran mayoría de las aficiones de la liga española, tal vez el tiro sale un tanto desviado, y al menos en el caso del Athletic y ese horario tan esperpéntico de las dos de la tarde, los cánticos deberían ir dirigidos a Jaume Roures, presidente de Mediapro, dueña a su vez de Gol TV, que es la cadena que elige el partido en abierto, que es el que se televisa a esa hora. Aquí, además, no hay cuentos chinos sobre audiencias en Asia o en América. Simplemente, de manera pura y dura, lo que interesan son los televidentes en España, y con la imposibilidad de elegir para esa hora a los equipos que más interés tienen para Movistar, que es la cadena de pago, el Athletic es el equipo más atractivo para quintuplicar las audiencias de Gol TV, cada vez que se programa a nuestro equipo.
Recuerden que era Gol TV la emisora que televisaba los partidos de los lunes aquella temporada que nos fue también en la que se transmitieron trece partidos del Athletic el primer día de la semana. Nos fue bien porque el equipo de Valverde se clasificó para la Liga de Campeones, porque lo de llegar a casa de madrugada era otra, aunque, ¿qué quieren que les diga? A mí me encantaba ese horario, y antes de que se me echen encima, se lo voy a explicar: los periodistas –como supongo que quienes trabajan en otras profesiones–, tienden a alargar su tarea si el tiempo del que disponen es muy amplio. Por poner un ejemplo: cuando el Athletic jugaba a las 12 del mediodía, tenía toooda la tarde para escribir la crónica, y a veces empleaba toooda la tarde, efectivamente. Con el partido a las nueve de la noche, el horario de cierre de los periódicos es implacable. A las once, la crónica tenía que estar escrita y la página entregada al taller, bajo la amenaza de que metieran en su hueco una página de publicidad, una chapa de Anís del Mono, que decían los clásicos de cualquier redacción a los becarios que se retrasaban. Y la crónica estaba escrita a esa hora. Nunca me metieron la chapa de Anís del Mono. En fin, era lo bueno de esa hora, aunque luego había que llegar a casa de madrugada.
Pero el horario de las dos de la tarde no hay por dónde cogerlo. No hay alternativa. O no vas al campo por comer en casa, o vas al campo y comes a las cinco de la tarde (las cuatro y media como muy pronto, para quienes viven cerca de San Mamés). Y todavía es peor, aunque afecte a menos gente, para los partidos de fuera de casa, por ejemplo, el próximo de Pamplona. Antes del partido, comer no es una opción salvo que seas de la peña Mister Pentland, que están acostumbrados a los horarios londinenses; después del partido es imposible encontrar un sitio para comer, porque ya están cerrados, y menos todavía cerca de El Sadar. Ya sé que por comer bocadillos un día no pasa nada, pero es que no es un día, son muchos.
Pero vayamos al meollo de la cuestión. Desde hace algunas semanas se están alzando voces sobre la inacción del club en este asunto. Muchas de ellas piden que Elizegi dé un puñetazo encima de la mesa de Tebas, o directamente, como se suele decir de manera vulgar, y perdonen por la grosería, que ponga los cojones sobre esa mesa tan maltratada de boquilla. De hecho, lo que le piden a Elizegi es lo mismo que le pedían a Josu Urrutia cuando el Athletic sólo jugaba los lunes. Y puede hacerlo Elizegi, claro, aunque me da la sensación de que entrar a voces en el despacho del presidente de la Liga de Fútbol Profesional no lleva a ningún sitio. Supongo que el Athletic se habrá movido dentro de las limitaciones que tiene, para tratar de reducir el número de partidos a las dos de la tarde. Esas cosas, como intentó la directiva anterior, se hacen de manera discreta. No sirve de nada salir a una rueda de prensa y vocear el descontento, aunque haya quien crea que sí.
El Athletic forma parte de la Liga de Fútbol Profesional, y se rige por sus reglas, y no sólo por ellas, sino por las que establecen las leyes del deporte. El Real Decreto-ley 5/2015 establece la venta conjunta de los derechos de televisión a través de la LFP, y del posterior reparto del dinero. Es cierto que Urrutia votó en contra del reparto conjunto, pero su voto no sirvió para nada. Bueno, sí que sirvió: para dar testimonio de la postura rojiblanca, y estuvo bien hacerlo. Pero desde ahí se establecieron las reglas del juego y no se puede salir de ellas. Cuando leo que Elizegi firmó no se qué y no sé cuantos, respondo: Elizegi no firmó nada. No había nada que firmar, salvo el recibo de haber recibido el dinero de las televisiones cada año, que no es poco. Como no firmó nada Urrutia. En este caso, las leyes se cumplen y punto, porque no hay otra alternativa.
¿Que existe malestar? Está claro. Supongo que también lo comparten en la junta directiva, como también lo compartían, con el fastidio de los trece lunes, los dirigentes del club que lideraron al Athletic a su última participación en la Liga de Campeones, pero asumieron ese malestar, fueron discretos para defender los intereses del club sin dar golpes sobre ninguna mesa ni incendiar los micrófonos en ninguna rueda de prensa. Si consiguieron algo fue trabajando sin gestos de cara a la galería. Y para muestra, un botón. Lo que dijo Josu Urrutia, palabras textuales, cuando le preguntaron sobre la acumulación de partidos en jornada laboral:
«Mirando el primer año de Ernesto que fueron 13, tendríamos que decir que nos pongan más lunes. Nos fue muy bien a pesar de las críticas que hubo. En el mundo del fútbol, a pesar de que sea una faena, es otra realidad la inversión que hacen las televisiones en los clubes. Todos adquieren una posición económica distinta. Ya se supo el voto del Athletic en ese reparto equitativo de los derechos. Las consecuencias de esa votación es que la inversión que hacen las televisiones les permita elegir los días y equipos que más rentabilidad les va a dar. Es una faena, pero es otra de las dificultades que el Athletic deberá pelear para salir adelante» . Y además explicaba.»Esperemos que no sea una constante por nuestros aficionados, pero de alguna manera tiene su lógica. Si estuviéramos al frente de una televisión, habiendo hecho esta inversión, haríamos lo mismo. Además tienen otros equipos que juegan en Europa y no pueden jugar en lunes».