TOUR 2022
Finales en el valle
TOUR DE FRANCIA / DECIMOSEXTA ETAPA

CARCASONA / FOIX (178,5 KMS.)
GANADOR: HUGO HOULE LIDER: JONAS VINGEGAARD
Me dice un amigo, que trabaja con él, que se jubila Jean Montois. Ya sé que el nombre no les sonará de nada. Montois es el especialista de ciclismo de la agencia France Press. Lleva décadas en el puesto, lo que en la compañía francesa es, más que una regla, la excepción, porque en la amplísima sección de deportes, los puestos acostumbran a ser rotatorios, y cada cierto tiempo, se cambian, incluso en las jefaturas, lo que no deja de ser una ventaja para los trabajadores, porque tu subordinado de hoy, puede ser tu jefe de mañana, así que mejor andarse con tiento y tratarle bien.
Montois escapa a la regla, porque sabe tanto de ciclismo, maneja tan bien sus resortes, que nadie se ha atrevido a cambiar su rol. Digo que no le conocerán, porque a pesar de que sus informaciones van firmadas, esas firmas desaparecen muchas veces en los medios de comunicación en las que se publican. Es un poco ingrato para el periodista, trabajar en una agencia. Sin embargo, los otros periodistas, que sí le conocen, saben el valor de lo que publica. Cualquier persona que lleve unos cuantos años en esto, sabe que si France Press difunde una información firmada por Jean Montois, o J. M., lo que dice va a misa. Es cien por cien fiable, porque su rigor es sólo comparable a la calidad de sus fuentes.
Sus crónicas del Tour son, más que eso, actas notariales de lo que sucede en la carrera. Las informaciones de agencia no suelen ser opiniones personales del informador, sino una disección quirúrgica de lo que ha sucedido en la carrera, expuesta, en el caso de Montois, con agilidad y precisión, así que me lo imagino, ahora que desde la distancia no le puedo ver, sentado en la primera fila de la sala de prensa, donde la organización le reserva una mesa, con su pantalla personal para ver la carrera, los auriculares para escuchar radio Tour, y ese aire tranquilo, tratando de descifrar la etapa entre Carcasona y Foix, aparentemente, sólo un aperitivo de los Pirineos, pero que derivó en una batalla en la que los corredores iban llegando agotados a la meta, en solitario, como el vencedor Hugo Houle, –que dedicó su victoria a su hermano fallecido–, o en pequeños grupitos, después de una batalla inmisericorde, en la que volvió a aparecer la intención de Tadej Pogacar de dar batalla hasta el final a Jonas Vingegaard, que se pegó siempre como una lapa a la rueda de su rival.
Muchas veces, como pasó en la ruta de Foix, tan cerca de Andorra, colocar una llegada en el valle en vez de en lo alto de una montaña, favorece el espectáculo. Tal vez por eso, el Tour fue reacio durante muchos años a situar las metas en las cimas, una costumbre de apenas tres décadas, que es un periodo corto en la historia de la carrera.
Como sucedió en Foix. Aparentemente, no sucedió nada, pero quedaron al desnudo las fuerzas de algunos de quienes aspiran, al menos, a ocupar un lugar en el podio de París junto a los inalcanzables, al menos por ahora, Vingegaard y Pogacar. Seguro que si encuentran por ahí la crónica de Montois de France Press, lo entenderán muy bien.
